Conflicto: origen, efectos, alternativas y economía

Repasando y refrescando conceptos expuestos anteriormente en estos escritos, exploraremos el trasfondo de toda conflictividad, viendo como acontece y que posibilidades de superarla existen.


Planteamos que todo conflicto es humano, es decir atañe a las relaciones entre personas. Sugerimos, en otro momento, que el intercambio personal se encarrila por las vías del respeto y del relato.


Habida cuenta de que la carencia de respeto es el detonante de la desavenencia, analizaremos como se llega a ella, en aras de intentar evitar dicha situación.


Deducimos que toda fractura, personal, social, sucede cuando se impone la gratificación obtenida por la afinidad afectiva con el relato -implícito o explícito- sobre la satisfacción lograda con la conexión emotiva con los hechos.


Relato y hechos son los puntos de atención donde se desarrollan nuestras relaciones y, dependiendo de hacia donde se inclina nuestra elección emocional, así fluctuará el nivel de conflictividad, internamente y a nuestro alrededor.


En este contexto, definimos como falta de respeto a la situación de mayor conexión con el relato que con los hechos. Esto se ejemplifica en la falta de atención hacia los mismos, produciendo su descontextualización, lo que convierte en ineficaces, cuando menos, las iniciativas que tomemos sobre ellos.


La alternativa, en este punto, es de fácil formulación y delicada implementación. Se trata de prescindir del relato para dar paso a una relación prioritaria con los hechos. La sutileza de este proceso estriba en que la gratificación que supone este vínculo afectivo con la narrativa a la que se renuncia es de obligado reemplazo.


A pesar de la dificultad práctica que esto nos plantea en el presente, nos reafirmamos en la disolución del relato -de todo relato- como único camino hacia una lectura correcta de los hechos. Correcta, en este caso, es sinónimo de respetuosa y, por ende, eficaz. Solo en el caso de no hurtar atención a los hechos en favor del relato podremos encontrar los elementos con que construir situaciones no conflictivas o, dicho de otra manera, eficaces.


Atendiendo a que este blog está orientado hacia la economía, resta decir que una economía eficiente es la que centra su atención en los hechos, superando apegos al relato.

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